Hoy tenía muchísimas ganas de escribir lo increíble y raro que fue mi día de ayer pero algo pasó en el medio. Unas palabras cruzadas con una persona; una tristeza que vagabundeaba por mi cabeza y se apoderó de mis pensamientos. Un dolor que renació de las cenizas: el dolor de aceptar y ser feliz; de intentar conservar la felicidad sin que se escape de mis dedos como si fuera arena. Me siento privada de hablar. Mi único recurso es escribir y escribir.
Ella no me deja en paz; hoy la soledad está picante; busca algún punto débil para incrustar el aguijón y derrotarme;
Cansada, derrotada, dejo que la tristeza vaya ablandando mi cuerpo como si fuera plástico derritiéndose.
Me pidieron que fuera feliz, ahora me cortan las alas. Y quiero volar pero no me dejan. Este encierro mental es tóxico. Porque todo es un juego psicológico.
Te dicen que seas feliz, que vivas la vida y cuando lo haces, aparecen los reproches.
Quizá nada de lo que haga pueda satisfacerlos. Nada en este mundo. Es como si tuv…
Ella no me deja en paz; hoy la soledad está picante; busca algún punto débil para incrustar el aguijón y derrotarme;
Cansada, derrotada, dejo que la tristeza vaya ablandando mi cuerpo como si fuera plástico derritiéndose.
Me pidieron que fuera feliz, ahora me cortan las alas. Y quiero volar pero no me dejan. Este encierro mental es tóxico. Porque todo es un juego psicológico.
Te dicen que seas feliz, que vivas la vida y cuando lo haces, aparecen los reproches.
Quizá nada de lo que haga pueda satisfacerlos. Nada en este mundo. Es como si tuv…